sábado, 25 de febrero de 2012 in

Kiko Casilla alegra el corazón blanquinegro

El hoy portero titular del Real Club Deportivo Español, Kiko Casilla, nos alegró la tarde del Día del Padre. Fue un resultado magnífico tal y como empezó el partido, con expulsión rigurosa del central albinegro Juan Cala en el minuto 8, que obligó a disputarlo con un jugador menos.

Aquella tarde hubo casta, dieron la cara, no se la rompieron y se logró arrancar un meritorio empate en uno de los dos campos más difíciles de la Liga Adelante.

Nada se tambaleó, todo fue recio y de gran valor destacando el portero Casilla por encima del resto del equipo por una serie de intervenciones y enormes aciertos en una de las mejores actuaciones del tarraconense con desvíos a tiros a bocajarro, a remates del ariete Quini, despejes de balones laterales.

El Cartagena, en aquella tarde, rompió su mala racha de tres derrotas consecutivas en sus últimos desplazamientos y supuso el primer empate cartagenerista a domicilio en la segunda vuelta y acabar con la fenomenal racha de seis victorias consecutivas del Alcorcón ante su afición.

La historia a la que se enfrenta el Efesé en esta tarde de finales de febrero puede ser muy parecida a la de hace, por pocos días, menos de un año. ¿Ocurrirá lo mismo o se mejorará con las vitaminas motivadoras de Carlos Ríos? En unas horas se lo contamos en Sportcartagena.

Desde un lugar con encanto del Mar Menor y en “Un Rincón para doce”

Kiko Casilla alegra el corazón blanquinegro
16 de marzo de 2011 / 18:00
Última actualización 20/03/2011@00:05:14 GMT+1

“la suerte pudo extinguirse como vela de sebo”. (Oscar Wilde)
Buenos tardes-noches amigos. Esta mañana de 19 de marzo, Día del Padre canonizado por el consumismo, dudo que alguien haya podido aprovechar mejor, que como yo lo he hecho, una luminosa mañana de sábado paseando por las veredas y salinas de entre los dos mares, dejando pasar el tiempo hasta la hora del partido, entre los primeros tomadores de sol y algún caballito de mar, de esos que escasean, desbocado.

Al llegar al molino más cercano a las encañizadas he visto que se acercaban unos curtidos pescadores y en sus cestaños, mezclados entre redes, portaban un pequeño rape de costa que han podido conseguir en la calma del temporal de estos días en el Mediterráneo.

Me lo obsequiaron a precio de nada y, después de agradecérselo, les pregunté la forma de preparar al diminuto “sapito de costa”. Grabé, con el mismo afecto que le tengo al sapo, la conversación de su receta tan simple y sencilla como a continuación transcribo: “colócalo sobre un leve sofrito de ajo, perejil, un saludito de vinagre, pásalo medidamente por el horno y alcanzará lo sublime”. Así lo hice, me salió bordado o me pareció y lo disfruté, pie de costa, en este rincón encantado del Mar Menor. Lo regué con un Rioja, rosado como el camisón de Angelina Jolie, que me supo a gloria.

Así esperé y llegó el partido en el que Víctor, el 21 de nuestro Cartagena iba a cumplir quinientos cincuenta partidos como profesional en primera y segunda. Me cuentan que ya sólo le faltan un par de partidos para superar a Raúl y un “golito” para superar a Etoo en goles en la liga española. 


Agrupación Deportiva Alcorcón 0 – FC Cartagena 0

Corría el 23 octubre de 2010 y se acercaban las diez de la noche cuando apareció, en rueda de prensa, Juan Ignacio para declarar lo que sigue:

“Me quedo con la frase que dicen los futbolistas: estas victorias tan sufridas se saborean mejor que las abultadas. Pero sí que es verdad, no hace falta que salga yo a decir nada nuevo que no sepáis. Nos habíamos metido en una presión tras varios partidos sin ganar y hoy hemos sufrido por ello. A ver si somos capaces de mantener la regularidad que no hemos tenido hasta ahora, para poder disfrutar del juego y de este equipo”.

Esto sucedió al término del partido de la primera vuelta y con el mismo equipo contrario. Hoy casi podría decir lo mismo en espíritu, forma, fondo y letra, pero sin goles.

Casilla, con hasta cinco impresionantes paradas, sustrajo un punto a la Agrupación Deportiva Alcorcón que será buenísimo ganando el próximo sábado al Villarreal B. Un puntazo. Si Paco Gómez no ha perdido sabiduría, temple y otras cualidades que hasta hoy se le conocían o suponían debe intentar quedarse con este portero, si los de Sarriá lo permiten, que está logrando que la afición cartagenerista se olvide de Rubén. Un gran mérito de Juan Ignacio ha sido sacarlo del pozo de decaída autoestima, manteniéndolo como primer portero. Esta tarde en el “Santo Domingo” ha sido un primer violín de una gran orquesta perfectamente afinada, entrenada en el sufrimiento y compuesta por tan solo doce grandes profesores, incluidos sus sustitutos.

Hoy Casilla y su defensa y el gran segundo tiempo de Julien se han ganado el respeto con sufrimiento y soledad; uno parando balones de gol y los otros achicándolos para que no pudiesen contabilizarse como goles en el casillero de ese Quini que, de nuevo hoy, se ha quedado sin marcar. Todos los componentes de la perfecta afinada orquesta, sin chismorreos, ni influencias, ni falsos ataques de coraje innecesarios me han parecido formidables jugadores. Bueno, si no lo son. Lo parecen.


El aquí te pillo, aquí te juego y aquí te paro y te empato, puedo asegurarles que esta tarde noche si le ha funcionado a los de Juan Ignacio. Se lo han tomado con calma, han aguantado pacientemente, desdeñando el juego valiente, fuertemente sudado y, a medida que avanzaba el reloj, visiblemente nervioso, sufrido y sacrificado. Hoy tampoco se nos han olvidado los resoplos de última hora y los de primera, minuto siete, con la expulsión de Juan Cala que, probablemente, cargado de buena intención, evitó el gol de los de Anquela.

Desde el inicio y después de la expulsión y de colocarse Mariano en la defensa como acompañante de Cygan han optado por la apuesta sencilla de conseguir ese puntazo que tan bien nos viene y, observándolos, nuestro pálpito ha acertado en la apuesta como si de un rucio joven quisiera salirse del pellejo, pues… echándole lo que hay que echarle, la suerte ha acompañado. ¿Por qué otras tarde no se hizo así? ¿Chi lo sá?

Con este costoso, sufrido y peleado empate, no solamente se han alegrado mi nieta Veguita, cartagenera de pro, y la kiosquera, sino también el ficus benjamina de este lugar con encanto y, por supuesto, al que esto escribe le ha sentado provechosamente el “sapito” regalado por esos queridos pescadores que faenan en la luminosa bahía marmenorense que, de nuevo, se ha vestido de gala poniéndose a soñar.

¿Y qué decir del árbitro andaluz Mariscal Sánchez, D. Antonio Israel? Pues nada, que no me ha gustado al ser demasiado riguroso para los de la Trimilenaria Ciudad y complaciente para los de Alcorcón.

¡Amigos!, hasta el sábado que viene, si Dios quiere. No tengan miedo. Esperaremos a los de la Plana para salir lanzados y estabilizados en puestos de promoción. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!

Pedro-Roberto J.P. hoy en un lugar con encanto del Mar Menor. Dies 3/19 ante diem quartum decimum Kalendas Apriles.

logromur@hotmail.com. En Twitter:@Logromur.

Fotos Sportcartagena y texto La Medusa Paca. Copyright ©

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