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martes, 31 de enero de 2012 in

PEROGrerías de Enero


El corresponsal de La Medusa Paca

La Medusa Paca ha recibido estos días, de uno de sus corresponsales de PPS que tiene desplegados a lo largo del mundo mundial, el mejor chiste sobre la crisis, Procede de Cádiz, tierra de chirigotas; de un bar que ha colgado un cartel que dice ni más ni menos:

"Se admiten clientes. No se necesita preparación".


Pensadores Populares

Si un investigador extraterrestre recorriera los medios informativos  europeos, especialmente españoles, y estudiara las aficiones, preferencias y seguimientos de los españoles, así como la de los habitantes de otros países cercanos, llegaría a la clara conclusión de que los pensadores más importantes, y no sólo  locuaces y populares, de nuestras sociedades son los entrenadores de fútbol. Verdaderos santones mientras triunfan, son los únicos mortales, junto a sus entrenados, a quienes no se les pregunta, y menos se les critica, el sueldo, ni siquiera su manera de hablar y de vivir.


Foto y texto de La Medusa Paca. Copyright ©

lunes, 30 de enero de 2012 in

REFUGIO DEL ROTO

“Tenéis que reducir también un diez por ciento la esperanza de vida”, le hace decir El Roto a un personaje enigmático con rostro cadavérico.

“Lo que haga falta”.

Y es que, chistes negros o rotos aparte, muchas reducciones fundamentales llevan también a la reducción de la esperanza de vida. Esto es  literatura de humor e ironía que plantea a la gente un drama diario zahiriéndolos todos los días. Ahí tienen al Roto  refugiado  en la reducción.

La Medusa Paca. Copyright ©

domingo, 29 de enero de 2012 in

¡¡¡Mariano, Señor!!!

Hoy La Medusa Paca no tiene intención de ratonar en sus archivos porque, de hacerlo, no encontraría nada, absolutamente nada de anteriores enfrentamientos entre el Deportivo de La Coruña y el FC Cartagena, me refiero a enfrentamientos desde que nuestro Cartagena anda en esta su nueva etapa por los andurriales de La Liga Adelante.

Paca ha recordado que ayer 28 de Enero fue el cumpleaños de este gran señor, pinatarense de cuna y honor y gran capitán de nuestro, vuestro y suyo Cartagena y, deseando homenajearlo, se ha acordado que un tres de Marzo de 2010 le dedicó lo que se publicó en SPORTCARTAGENA y ustedes pueden leer, con deseos de felicitarle, en LA MEDUSA un día después de su cumpleaños y en 2012.

¡¡¡Mariano, Señor!!!

PEDRO ROBERTO J.P. 03/03/2010 07:30 horas
Última actualización 03/03/2010@08:10:13 GMT+1



“Que eres loba de mar y remadora,
Virgen del Carmen, y patrona mía,
escrito está en la frente de la aurora,
cuyo manto es el mar de mi bahía.

Que tú me salvarás, ¡oh marinera
Virgen del Carmen!, cuando la escollera
parta la frente en dos de mi navío”.
(Alberti)


Leído y releído el formidable reportaje que SPORTCARTAGENA ha realizado al pinatarense Mariano Sánchez voy, una vez más, a ser osado e intentar completarlo para que todas las patas de la mesa estén completas.

He visto imágenes del arquitecto Mariano con los puños cerrados y su rostro bañado en lágrimas reconstruyendo, mentalmente al mundo, rascacielos donde cobijar sus hazañas.

He comprobado que siempre eres genial, todos los artistas sois geniales y tú lo eres de los planos y las líneas, las mismas que con precisión de amante y color mediterráneo trazas, futbolísticamente hablando, y penetras, al trazado de tu compás y de tus piernas, a los contrarios, haciéndoles el amor a la esperanza en un orgasmo futbolístico soñado.

Con tus triunfos, has conquistado a toda la franja del Mediterráneo y, dicen, que te hicieron proposiciones, honestas por supuesto, para que te aproximases a la del Cantábrico a través de esta tu incipiente Liga Adelante, más ten cuidado y no reemplaces tu corazón ardiente de sol y sal por otro naciente de brumas y nieblas en verdes valles y humedales.


Te recuerdo el día del “Collao”, yo también estuve allí, cómo no iba a estar si, anteriormente, siendo un chaval, estuve en San Mamés y en Torrejón.

Aquel día, el pueblo cartagenero y pinatarense corrieron por la pista atlética de su imaginación en pos de la alegría, voceando su mejor sinfonía Malheriana, al regresarlos al sitio que les correspondía en el mapa español del fútbol.

Y Tú, de SEÑOR Y CAPITAN.

Eres el gran capitán y maestro de campo, con sello de sapiencia y calidad, que está guiando a este equipo, exponente del nuevo fútbol cartagenero, desde la hecatombe de las atrocidades de la demencia, al sueño de la ilusión.

En esta época cuando sobran despedidas a jugadores sin brillo, no nos sorprenderá si “El Paloma” anuncia a tus 32 años, con todas las líneas futbolísticas esculpidas en tu cuerpo por el artista del tiempo y con más de 200 partidos disputados, un homenaje para declararte capitán honorario del club, exaltación que hace muchos años te otorgó la historia, como integrante eterno de los buenos.

Te llamo arquitecto porque académicamente lo eres y te defino recogiendo la gran definición de León Battista Alberti en su obra, que probablemente conozcas, “De re aedeficatoria”:“arquitecto es aquel que con un arte, método seguro y maravilloso y mediante el pensamiento y la invención, es capaz de concebir y realizar todas aquellas obras que, por medio del movimiento de las grandes masas y de la conjunción y acomodación de los cuerpos, pueden adaptarse a la máxima belleza de los usos de los hombres”.
Te llamo Señor porque, humanamente, lo eres en el más amplio sentido de la palabra.


Te llamo caballero o gentleman porque lo eres en el fútbol, en la calle, entre los socios, en los periódicos y en la vida ¡Qué ejemplo Macho, qué modelo qué urna de valores! en esta sociedad desvirtuada.

No te conozco de nada, solo de verte jugar. Puede que alguna mañana nos hayamos cruzado por esas salinas observando a los flamencos o paseando entre el Molino de Quintín y el de La Calcetera y mirando los imitadores de Kunta-Quinte embadurnarse con ese lodo que aseguran posee propiedades terapéuticas, casi divinas, siendo atraídos por todos estos elementos de la tabla periódica.

Jubilado de mi cátedra, en las mejores estaciones, vivo y habito allí porque tengo dos edenes para mis perezas: La Rioja y el Mar Menor y todavía no me he dejado tocar por el que “fricciona” con el lodo, allí en Lo Pagán.

Mariano, solamente estoy entristecido al no haber podido compartir, por los Madriles, ratos de convivencia estudiantil en algún colegio mayor, el mío fue el CHAMINADE en la quinta del 86. ¡Qué tiempos!

Pedro-Roberto J.P. En Villamediana de Iregua. Dies3/2: ante diem sextum Nonas Martias

Fotos Sportcartagena y texto La Medusa Paca. Copyright ©

viernes, 27 de enero de 2012 in

LAS RUTAS DEL ALMA

LAS RUTAS DEL ALMA

Ayer estuve en Sesma municipio de la Comunidad Foral de Navarra de 1270 almas, situado en la Ribera Alta del Ebro en el que, en tiempos de Director del Instituto Pablo Sarasate, tuve y sigo teniendo gran aprecio. En el escaso tiempo en el que permanecí en él saludé a ex alumnos y ex profesores, y en esas estábamos, cuando se me acercó Goyo invitándome a recorrer en moto la Ruta Jacobea. Me negué rotundamente. No tengo moto, ni ganas, estamos en pleno invierno, mi edad me lo desaconseja y, además, la moto no es vehículo autorizado para conseguir La Compostelana.

Volviendo de mi viaje sesmero experimenté cierta sensación nostálgica recordando aquel tiempo en el que la religión tenía sus mapas y rutas, en que caminando por la tierra el hombre creía que se iba acercando al Cielo; cuando los caballeros o peregrinaban hasta Santiago y los Santos Lugares, o se alistaban en una cruzada para devolver éstos a manos de la Cristiandad.

Aquellas rutas se hacían a pie o se hacían a caballo, ahora también las realizan en bicicleta, aunque éstas solo son para el verano. La moto me parece un híbrido ortopédico entre esas dos nobles y clásicas posibilidades que no he dudado en desechar. No es ni una cosa ni otra, ni nos permite el sueño épico del cruzado ni la deportividad penitente del romero.

La aventura espiritual entre los siglos XI y XV era también espacial. Cruzada y peregrinación conformaban las dos caras de una misma moneda, de una misma geográfica concepción religiosa, de la experiencia trascendente vivida como hazaña física.

He sentido la nostalgia de la capacidad de entusiasmo y de exaltación de Ramón Llull, que es el místico por antonomasia de la caballería medieval española, el hombre que recorrió Europa, Asia, y África convenciendo a nobles y a monarcas de la necesidad de organizar una tercera y gran cruzada que no fue entonces posible. Como si quisiera defenderse de la futura sátira de Cervantes, no dejó de insistir en la cordura como requisito indispensable del buen caballero andante. Ya entonces intuía un enemigo mayor que el turco infiel avanzando contra sus ideales: la ironía del mundo moderno llama locos a los caballeros de la Cruz.

Imaginé al ilustre autor del Libro de la Orden de Caballería tratando de embarcar a los poderosos de su tiempo en sus arriesgadas empresas. Dicen los historiadores que su vehemencia creaba recelos en las cortes europeas, tachándole a él mismo de loco. Y es que Ramón Llull se equivocó de siglo.

El mundo moderno comenzaría tres siglos más tarde con la flagrante ironización sobre el héroe y sobre la aventura que inflamaban el espíritu de Llull. O sea, con el Hidalgo de la mancha, precisamente. La propia historia de la novela, de la modernidad, ha sido una progresiva reducción del espacio para la aventura como nos explica Milán Kundera en uno de sus ensayos. Citando precisamente al Quijote, que aún tenía el mundo para recorrer, el autor checo nos lleva hasta los personajes kafkianos cercados por excelencia.

De igual manera pensé que, a esta altura del camino, se me ha reducido el espacio para la aventura novelesca y para la aventura religiosa. Ni tampoco estoy para simulacros por más que a lo largo de esa ruta queden bosques en los que extraviarme, riachuelos en los que enfangarme o pajares donde poder dormir y contraer de paso una infección cutánea.

En realidad las peregrinaciones siempre fueron un anacronismo. Ya en la época medieval existía una imprenta afincada en Logroño, de Arnao Guillén de Brocar, en la que se imprimían folletos con las indulgencias que habían de repartirse en la ciudad de Santiago a los peregrinos. Ya entonces el senderismo santiaguista había perdido su inocencia, como si en esa imprenta se hubiera colado la mentalidad pragmática del siglo XX. En Arnao Guillén de Brocar S.A. encontramos el gran antecedente de los kioscos postales, recordatorios, rosarios y demás parafernalia que compone el negocio pseudorreligioso de las catedrales y basílicas modernas.

Al escritor y al hombre de hoy ya sólo le está permitido el viaje interior. Al creyente le queda la cruzada y la peregrinación introspectivas, aunque no tenga la vieja recompensa de las indulgencias; le queda esa aventura caballeresca de defender la honorabilidad de alguien, o de decir la verdad en un mundo en el que no se estila, aunque corra el peligro- como todo caballero- de topar con la mirada irónica de los nobles de la época de Llull, y aunque pueda ser tachado de quijote.


Texto y Fotografías La Medusa Paca. Copyright ©

miércoles, 25 de enero de 2012 in

Alubias Rojas

Alubias Rojas
 




Desde de la nochevieja La Medusa no ha atendido a los fogones y no es porque se le haya olvidado, no, es una de sus etiquetas preferidas. Tampoco porque no tenga sus atractivos, que los tiene y muchos.
Hace años, cuando las gentes vivían mayoritariamente en el campo sobrevivir a los duros y crudos inviernos era toda una proeza alimentaria. La Medusa que, orgullosamente, es de pueblo y ha disfrutado de la despensa y de todo aquello que se había acumulado en las estaciones del año más productivas, entiende que en esas despensas hay toda una cultura alimentaria que está llena de sabiduría y que hemos heredado con agradecimiento de nuestros antepasados.

El invierno es época de sopas calientes, ricos guisos de legumbres, productos lácteos, matanza del cerdo, todo un rito social que hace escasas décadas se celebraba en todos los ámbitos rurales españoles. (Aclaro que el termino Matanza hace referencia tanto a la temporada en la que se sacrifica al cerdo para preparar los distintos productos, como al conjunto de productos obtenidos de él). Todo con un aporte calórico extra para defender al cuerpo de la severidad del clima y sus inconvenientes y generosamente regados con buenos vinos del terruño.

Aquí les dejo una de esas recetas de invierno, un plato representativo de la cocina de cuchara riojana, con chorizo de “sábado”. ¡¡¡Qué la disfruten!!!



LA RECETA




Para las alubias

Ingredientes: Medio kilo de alubias rojas de Anguiano. Una cebolla picada, cuatro cucharadas de aceite de oliva. Agua y sal.

Para la guarnición

Ingredientes: 200 gramos de tocino de cerdo ahumado. Un chorizo de “sábado”. Tres dientes de ajo. Un decilitro de aceite de oliva y sal, rectificando al final.
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Preparativos y elaboración

El proceso: De víspera se lavan las alubias y se ponen a remojo. Al día siguiente, y en la misma agua utilizada para el remojo, se ponen a cocer añadiendo una cebolla picada, cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen y algo de sal. Las alubias hay que dejarlas que se hagan a fuego lento durante unas dos o tres horas, aproximadamente. Conviene cortar la cocción, asustarlas, con agua fría un par de veces o tres. Se hace para que no se rompa la piel y queden enteras.

Cocer en agua el chorizo de “sábado” y el tocino para que suelten toda la grasa durante 15 minutos e incorporar seguidamente las alubias.

Hacer un sofrito con cebolla, aceite y los dientes de ajo. Se pasa todo por la batidora y se añade a las alubias a última hora.

LA TRADICION

Desde hace décadas, las alubias rojas de Anguiano figuran en la carta de todos los restaurantes de la cuenca del Najerilla. La Medusa y la compaña siempre y en varias ocasiones las han degustado, al ser un referente de la casa, en La Venta de Goyo. En esta Venta en Viniegra de Abajo, al pie del río, siempre hubo un plato de alubias, una sopa de ajo de no perderse y un cordero guisado a la cazuela de los que no se olvidan.

En la cuenca alta del Najerilla en pequeñas parcelas de tierras pobres y frías se cultivan alubias de una textura exquisita. Las alubias rojas de Anguiano forman parte del patrimonio culinario de la región. Son escasas, muchas menos de las que dicen ser y no son y nunca tuvieron otra protección que las de amantes de la buena mesa.

Alubias rojas, de las que se dice tener todos los “sacramentos”. Alubias rojas con textura y finura suave y cremosa. Alubias rojas únicas para plato de cuchara y paciencia, mucho tiempo y paradas sucesivas en la cocción. Secretos de la abuela transmitidos de generación en generación. Y una singularidad. No hay muchos sitios en las que se utilice el chorizo de sábado que aquí llaman “huesero”.

Hoy La Medusa Paca lo ha presentado como plato de invierno porque entiende que es plato de todo el año y no un plato de tiempo fresco.





Texto y Fotografías La Medusa Paca. Copyright ©

lunes, 23 de enero de 2012 in

Un balneario, lugar de luz



Un balneario, lugar de luz

“Que los baños pueden ser
al enfermo beneficio,
mas quien los toma por vicio
tornase medio mujer.
Y el que así vive al revés
sin parar mientes quién es,
es como hombre de manteca,
que mejor le está la rueca
que la lanza ni el arnés”.

 
Si uno tuviera que retirarse o apartarse del mundanal ruido lo haría, no a un balneario opaco y tenebroso, sino a un lugar luminoso y abierto a la recuperación de la esperanza: al “Balneario de la Luz”, así me lo definió mi alcalde, porque uno no está en esa edad en la que otros buscan el abrazo de la carne joven.

Hace unos días, y por circunstancias que no vienen al caso, tuve que trasladarme a mi pueblo, a Grávalos,  y allí me estaba esperando, en la casa de unos familiares comunes, Jorge Abad, alcalde de mi pueblo, de su pueblo y artífice del Balneario de la Luz. Me tomó del hombro, reprochó, por enésima vez, mi tardanza en visitar esta joya del descanso  y me condujo hasta ese manantial que, transformado y ampliado en su belleza, supuso que recordase a Stefan Zweig cuando imaginó al septuagenario Goethe trabando amistad como traspasado de amor por la bella Ulrike von Levetzov, con corazón de diecinueve años, fresca, inocente y platónica durante una cura estival en el balneario de Marienbad como "un momento estelar de la humanidad y, escribiendo los primeros versos de su célebre Elegía de Marienbad. Esa visita dejó atrás aquella vaga ilusión erótica veraniega y terminó en una pasión tan honda que lo impulsó a pedir su mano.

Fotografía Diario La Rioja Sanda Sáinz

El alcalde y su corporación, la corporación y su alcalde han creado, ¡GRACIAS!, un espacio con vistas a la poesía, al descanso, al disfrute y a la recuperación saludable del cansado. Han  recreado aquel amor que surgió en esta entrañable y delicada villa plagada de matices, con olores y sabores de lugar castellano. Ha sido, es y será mi lugar, aquel lugar ambientado para que el afán nos conduzca a contemplar las nubes, oler fragores de tomillo envueltos en romero, padecer y gozar de todas las variaciones climatológicas para contemplar la añeja querencia de lo que fue y vuelve a ser.

Este Espacio de Luz, este sanatorio de salud es, debe ser, será lugar para la contemplación de sutiles cambios anímicos expresados mediante la leve variación de colores y olores entre juguetonas conversaciones con la amada, las situaciones y personajes solitarios deseosos de alterar e imaginar a su conveniencia algunos hechos y pequeños golpes escénicos del ayer y del futuro en estupenda conversación convincente e inesperada.

Este Balneario de La luz está embriagado de tranquilidad y de salud y posee tal embrujo que hasta fluye de entre los vapores de aquella fuente situada en ese edificio central conservado y rehabilitado para expandirse por las alas de nueva creación tanto a la izquierda, zona de agua y baños como a la derecha, zona en la que el viajero descansará, reponiendo fuerzas.

Fotografía Diario La Rioja Sanda Sáinz 

Estoy y les estoy narrando algo de La Rioja más campestre, aquella que desde siempre está en mi retina, esa que durante mi largo caminar, y ya son unos cuantos años , ha estado presente y siempre se me representa en tres postales serranas; la postal de los cerros y pastizales en busca de una naturaleza deslumbrante y coloreada de flor de almendro; la postal de senderos y trochas, montículos y cerros que invitan, sin cobrar peaje, respirar aire purificado con fragancias de tomillo, espliego, manzanilla, té de roca y romero, y la postal de la fuente de aguas sulfurosas con su olor característico imposible de olvidar porque su fragancia está tan interiorizada en nosotros que difícilmente pasa al olvido.

A un paso de este baluarte el viajero podrá visitar "La ciudad blanca" (eso significa Contrebia Leucade) uno de los yacimientos celtíberos más importantes del país, ciudad prerromana, habitada por pelendones y otras tribus y conquistada por los romanos en el año 142 antes de Cristo, citada por Tito Livio en su Historia de Roma, por las llamadas "guerras sertorianas" de los años setenta antes de nuestra era. Pero esto será tema de otro viaje.



Me alegro por mi pueblo. Tiene vida y no estertores de muerte. Alguien no, sí Jorge Abad, acompañado de sus fieles corporativos, ha levantado el portillo de la esperanza para proteger un mucho a su pueblo, a nuestro y vuestro pueblo. Ya no hay soledad, comienza con el Balneario de la luz a florecer este mi pueblo, recostado en la ladera verde bajo Yerga y estribaciones de La Peña Isasa y sierra de la Alcarama. ¡Qué solos se han quedado los pobres bajo la vieja acacia a punto de florecer!

Mi pueblo, como mi corazón, agradece el milagro. Grávalos ni podía, ni debía, ni quería convertirse en un inmenso cantarral para guarida de las alimañas del campo. Lo ha salvado el Balneario de la luz. El paisaje es hermoso. Era el pueblo del balneario derruido y maldito por las circunstancias, ahora ya no. En sus salones y en sus porches debe sonar la música y será preceptivo organizar bailes como antaño y conciertos a la hora del vermut.


Un pueblo no puede morir así como así, mientras aumenta el paro en las ciudades y habitar en esas colmenas humanas empieza a ser insoportable. ¿Pero es que nadie quiere vivir en paz de una manera verdaderamente humana? ¿Alguien está dispuesto a salvar un pueblo, con una cultura y unas tradiciones? Mi corazón esperaba el milagro de poder recobrar las raíces, y lo he comprobado con la mano de mi Alcalde apoyada en mis hombros y reprochándome mi tardanza; pero ésta, querida Medusa, es la crónica viajera más alegre que he escrito en mi vida. Gracias Alcalde.


PD. Lo que sigue a continuación lo escribí en mayo de 1993 y así está publicado en mi libro: AGUA Y SALUD, Historia del balneario de Grávalos 1838-1900.

Detrás de todo esto hay muchos siglos de historia, mucha historia de señoríos, mucha historia socio económica, política y cultural. Toda esta historia, hasta hoy, ha sido historia para el silencio, historia para trabajar de sol a sol, historia para vivir, luchar, hambrear y morir. Pero a lo mejor, en este pueblo, en estos baños, acaba la escondida senda que sigue el que huye del mundanal ruido buscando la descansada vida.
Vamos a recorrerlo en silenciosa y solitaria romería, con singular respeto, para meternos en las entrañas de los hechos; efectivamente, hay hechos con entrañas.

He transformado los textos lo menos posible, incluso numerosos los he arrancado del testimonio original, sea manuscrito o impreso.

Ahí está el Pueblo y su balneario, inmoble como siempre, pensativo, agudizando el oído. Más patinadas sus piedras, más esbarizosos los rollizos de sus callejones en cuesta, más esperanzados los bellísimos aleros de sus tejados.

Han visto ponerse el sol en el mismo punto todos los días de sus vidas. Han visto marcharse a vecinos, hermanos e hijos.

Han sido guardianes de esa memoria que se atesora en las piedras junto al musgo y donde los pájaros vuelan rompiendo el aire quieto y sacudiendo sus alas como si se desprendieran del día.

Empecemos ya nuestra aventura, tomemos las llaves de la villa, de sus archivos, de su balneario y pongámonos a trabajar. Sólo me resta ya pedir condescendencia para mis benéficos "DUENDES", cortados en sus alas por injustificables trabas administrativas, que han llevado a uno de los más caros aspectos de nuestros Baños al desprecio y al olvido.


Texto La Medusa Paca y Fotografías La Medusa Paca y diario La Rioja. Copyright ©

sábado, 21 de enero de 2012 in

Hoy es sábado, nos han cantado un fandango y el FC Cartagena en caída libre

 Hoy es sábado, nos han cantado un fandango y el FC Cartagena en caída libre

Aquella tarde, ¿lo recuerdan?, se estrenó el nuevo electrónico, Toché no jugó, los tres goles fueron como tres zarpazos, el vestuario, más que tocado, quedó hundido, el FC Cartagena, con una defensa desajustada y permisiva, descendía al octavo puesto de la clasificación, el poder jugar la promoción de ascenso a 1ª se volatilizaba y Juan Ignacio se lamentaba diciendo “que ya no quedaba margen de error”.

Fue un partido desquiciado, uno de los peores encuentros que se recordarán en el Cartagonova en la pasada temporada. Partido de errores y desdichas cerrado y coronado con la guinda de la auto-expulsión de Pedro Botelho. Fue un soberbio cabezazo, a un contrario.

Eran días de Semana Santa y fueron días de saludar y conocer amigos, así lo hicimos con un excelente periodista, Ricardo Díaz-Manresa, cartagenero de pro, que en su vuelta al Cartagonova sufrió, lo pasó mal y lamentó esta derrota inesperada para todos.

Se me olvidaba. Es de recordar que apareció por la orilla de La Rambla, dirigiendo al Decano, todo un entrenador que hoy estoy seguro, estando de nuestro lado, no dejará que los puntos marchen a la orilla del Odiel.



Desde Villamediana de Iregua y en “Un Rincón para doce”
Hoy es sábado, nos han cantado un fandango y el FC Cartagena en caída libre
9 de abril de 2011 / 22:00


Última actualización 09/04/2011@22:38:39 GMT+1

Mató a un gigante, David con una piedra mató a un gigante, y tú me estás matando con tu semblante. Que tu semblante, matan a cuantos miran, que están delante. (Paco Toronjo)

Viendo el partido de esta tarde me ha venido al recuerdo un nombre y una ciudad, el nombre es el de un cantaor de fandangos, qué fandangos, qué sevillanas ¡Dios mío! y qué letras, Francisco Antonio Gómez Arreciado “Paco Toronjo”, y la ciudad Alosno, pequeño municipio de la provincia de Huelva y patria del cantaor y del boxeador Pedro Carrasco García, tercer español en conseguir un título mundial de boxeo.

El partido ganado por El Decano nos ha dejado noqueados como aquel directo que le propinó, hoy han sido tres, el “Marino de los puños de oro” a Magnussen derribándole por K.O, en el tercer asalto y que como canta “Paco Toronjo” nos ha matado con una piedra y con semblante.

Pero además, el partido me ha recordado la maravillosa película “Calabuch” que Luis García Berlanga rodó en una playa castellonense lanzando un canto a la vida feliz en el Mediterráneo. En ella, el gran Ozores, acudía a la fiesta del pueblo viajando siempre con su torito, preocupándose porque el animal, después de sudar, había bebido agua fría y se había acatarrado.


Esto es lo que le ha pasado a nuestro, vuestro, suyo Cartagena. Después del calentamiento han sudado tanto, han calmado su sed con tal cantidad de agua fría que han salido a disputar el partido no sólo acatarrados, sino con una frialdad encima que ha sido premonitoria del resultado. Ha sido una tarde como la que canta Miguel Hernández: “Tristes tardes: tristes, tristes. Tristes cuando no lo ven claro: tristes, tristes. Tristes, todos, cuando no pasa nada: tristes, tristes”.

Al final como cantaría “Paco Toronjo” nos hemos quedado como “Cuando la hermosa Judith, mató a Holofernes, lo hizo con caricias, no con desdenes. Que las mujeres, dominan a los hombres, cuando ellas quieren.

FC CARTAGENA 1 - RECREATIVO DE HUELVA 3

El final de temporada se le va a hacer muy largo al FC Cartagena, que ha perdido ante un Recreativo que se ha presentado en el Cartagonova como uno de los equipos que mejores números ha sumado en la segunda vuelta. Solamente perdió un partido precisamente con el próximo rival que visitará Cartagena y que está emparejado con los nuestros en la lucha por meterse en los puestos de jugar la promoción,

Este Cartagena no ha podido remontar el 0-1 que, de un modo lamentable, le han marcado, como casi siempre, en el primer cuarto del encuentro, encajando posteriormente dos goles de verbena, por la ineficacia y falta de actitud de una defensa, no acoplada a estas alturas de la competición - ¡Qué vergüenza! - o con problemas entre sus componentes. Esta tarde el quinto partido si ha sido malo, malísimo, como ante el Elche, el Córdoba, el Real Celta y el Xerez. Ya van cinco derrotas en el estadio de la Rambla de Benipila que, a este paso, va a dejar de ser un fortín para convertirse en una bicoca.

Sin confianza ni solidez, sin ideas, descompuestos, frágiles y vulnerables por el sencillo contrataque del Recreativo los blanquinegros han sido un chollo, no sólo con los equipos de arriba, sino también para los que vienen, como el de hoy, de abajo y no sólo lejos de Cartagena, sino también dentro.


Si en Huelva en el partido de ida se hizo el ridículo, un gran ridículo, hoy lo hemos bordado…pero en desastre. Soñar con la fase de ascenso, es una quimera, al margen de que, apartando las ilusiones y pensando con frialdad, asusta al comprobar hoy que esta plantilla es justita y hoy, lo que faltaba, diezmada por el comportamiento de un jugador, BOTELHO, que se ha conducido lamentablemente, como deportista y como persona. Desde el principio no quería estar en el partido y lo ha conseguido con su justa y merecida expulsión que merece justa sanción por el Comité de Competición y por el Club.

Este FC Cartagena ha sido un equipo deshilvanado, inconsistente, frágil y vulnerable, mal trabajado, sin ilusión, difuminado, espesito de ideas, con malos modos y sin querer entenderse entre ellos. Nerviosos y con ellos las dudas, los errores, la descolocación y el miedo a equivocarse.

El Recreativo de Huelva, habrá que decir algo de ello, no, ha sido la practicidad del fútbol, un equipo que hoy lo podemos valorar por las ocasiones de gol que ha generado con un contrataque perfectamente estudiado y ejecutado. Ha sido bastante. Ha sido un verdadero edén para los onubenses.

Me despido con estos versos de Góngora dedicados al “bueno” de Botelho: “Y otro se pasea/Con cien mil delitos. /Cuando pitos flautas, /cuando flautas pitos.

¿Y qué decir del árbitro madrileño Lesma López, D. José Luis? Pues nada, que en esta su actuación, arbitrando a los cartageneros, un escalofrío recorrió mi espalda cuando me enteré del cambio y después de lo de hoy el escalofrío ha revertido a hernia discal.

¡Amigos!, hasta el sábado que viene, si Dios quiere. No tengan miedo. Que al ser sábado de pasión y haciéndole oídos, no sordos, a Juan Ignacio prometiendo que su equipo dará otra imagen en la próxima salida al estadio Villamarín, no hay que temer por la victoria contra los béticos. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!

Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies 4/9 ante diem quintum Idus Apriles.

logromur@hotmail.com. En Twitter:@Logrocartg.


Fotos Sportcartagena, viñeta Jotaefe y texto La Medusa Paca. Copyright ©


jueves, 19 de enero de 2012 in

NOS ACERCA LA NIEVE


 NOS ACERCA LA NIEVE




Cuando las lluvias y las nieves, en estos fríos días de enero, retenían a nuestros padres y abuelos en sus casas, se dedicaban con paciencia y sosiego a rústicos menesteres, de los que ya había tratado Virgilio en el primer libro de las Geórgicas:

 “afilar el duro diente de las rejas melladas; excavar troncos para labrar barquillas o marcar el ganado; aguzar estacas y horquillas o preparar ligaduras para las viñas”.
“En el rigor de los fríos es cuando, por lo común, los labradores disfrutan de lo que han recogido y cuando se invitan mutuamente y algunos festines: a ello los convida el genial invierno que ahuyenta los cuidados...”


Tiempo, según el mantuano, de coger la bellota y las bayas del laurel, la aceituna y el fruto del mirlo color de sangre; de cazar las grullas con lazos y los ciervos con redes, y de correr las orejudas liebres.

“Cuando la sierra está cubierta de altas nieves, cuando los ríos arrastran hielos, es la ocasión de matar corzos con los disparos de la estoposa honda valear”.

Este año la nieve se ha ido acercando de puntillas, como se acerca casi siempre la nieve, hada blanca y misteriosa, sin llegar hasta nosotros, y se ha quedado alta y discreta en los picos que cierran la cuenca. No ha llegado esta vez a cubrir con sus piadosos y tupido velo esta villa lustrada y grasosa, discreta y voraz, a la que ya nadie acude a pegar en las viejas paredes de piedra carteles de propaganda y donde los tejadillos rojos de sus humildes casas grises se agrupan en turno a la mole de la iglesia. Parece imposible que allí haya vida humana, ni vuelvan los pastores con sus rebaños al atardecer.



“Hasta mi ventana
me envía la nieve
su sonrisa helada.


Hasta mi ventana
desde los collados,
desde las colladas:

Me llega su luz

celeste y alada
su música quieta
de bóvedas mágicas.


Desde mi ventana
la miro y escucho sus ecos de  gracia”.


 Texto y Fotografías La Medusa Paca. Copyright ©

martes, 17 de enero de 2012 in

EL CERDO DE SAN ANTÓN

 

EL CERDO DE SAN ANTÓN

En este mi pueblo de Grávalos, de la Comunidad de La Rioja, hay una plaza y varios cantones. Hay edificada una iglesia pequeña, que no está precisamente en el centro, está en la parte Norte donde rompe la monotonía entre lo que fue y lo que comienzan ser casas habitadas. Dentro de la iglesia, entre varias imágenes, está la de San Antonio Abad (patrón de los animales), que es al mismo tiempo patrono del Ayuntamiento de la Villa y al que cada 17 de enero la Corporación venera.

Pues bien, a finales de enero, a lo más tardar en febrero de cada año, era y es una costumbre que la Corporación adquiera un cerdo pequeño, que tras ponerle en el cuello una cordón de color rojo del que suele colgar una campanilla, lo suelte a la calle para que se busque la vida con su alimentación diaria.

Los vecinos siempre observaban que el gorrino, que siempre está a los pies del santo, no tenía que trabajar demasiado para ganarse su sustento, siempre con criterio e instinto él se ponía a caminar por las calles del pueblo, que al ruido de la campanilla, cualquier vecino, enseguida le sacaban a la calle o le depositaban en el zaguán de la casa el sustento, que en su mayoría era un puñado de granos de cebada, patatas cocidas, remolachas, hojas de berza y hasta había quien le amasaba, eso sí, en agua caliente, harina de cebada molida y salvado. De esta forma el cochino era alimentado en demasía. El muy cerdo se las sabía todas y cada día, para “comer a la carta”  acudía al lugar donde la comida que le ponían era de su agrado. Andando y andando llegaba a conocer todos los restaurantes caseros de la villa llegando a conocer todos los tipos de menú con alimentos saludables, esos que no faltaban en pocilga alguna.

Como en las calles, normalmente empedradas, no había grandes pilones en los que saciar su sed se acercaba hasta el pilón del agua dura en el que abrevaban las caballerías y en él, al mismo tiempo que se refrescaba se revolcaba en la ciénaga para darse un baño. Como lo que usaba no era precisamente jabón, sino fango, el GUARRO quedaba muy guarro. Siempre había alguna alma caritativa que, para verlo aseado, le vertía por encima un par de cubos de agua y quedaba presentable. Le daban también agua para que bebiera. Era mirado con simpatía por la gente, pues los únicos que le hacían rabiar un poco eran los chicos. Pronto se hacía un granujilla y, al olfatearlos, corría para que no le molestaran.


Para pasar las noches, siempre agradablemente, se buscaba el sitio en algún lugar de las eras y pajeras existentes en las afuera del pueblo, y hasta alguna persona le daba sitio en el corral de su casa o cuadra preparándole una buena cama de paja. Como estaba en calidad de transeúnte, el peligro que tenía era que fuese atropellado por algún carro tirado por caballería, que él sabía esquivar bien, como también lo hacía con los coches que circulaban (que eran pocos), aunque los que iban guiando los carros y vehículos, al conocer la tradición andaban con cuidado para evitar atropellarle.
 Así transcurrían los días, semanas, meses, y aquel cochinillo pequeño se había convertido en un grande y gordo CERDO. Con algún tiempo de antelación al 17 de enero, que es la Fiesta de San Antón, la Corporación comenzaba a vender los boletos numerados para el sorteo del mencionado CERDO, que después de la misa, procesión y otros actos litúrgicos y profanos se rifaba desde el balcón de la casa consistorial.

Llegada la víspera, 16 de enero, la iluminaria-hoguera, siempre con leña de encina traída de los montes comunales, era encendida a primera hora de la noche, era una hoguera grande, la más en la plaza de la villa y enfrente del edificio del Ayuntamiento, las más pequeñas en los barrios y cantones  y, como lo he vivido y disfrutado, he de hacer constar, que en la casi totalidad de las casas de este pueblo completamente agrícola, también echaban una hoguera pequeña en la calle frente a la puerta, para que el Santo les protegiera de males e incluso de la muerte, a caballerías, cochinos, gallinas, conejos y perros, etc., pues eran pocos los que no tenían algún animal. Al día siguiente, si se iba por cualquier calle, no hacía falta preguntar quien hizo hoguera la noche anterior, pues quedaba la señal en el suelo, y era en la mayoría de las casas.

Y por fin llegaba el día 17, que es el día de la fiesta, por la mañana celebraban la misa, y luego al Santo en procesión, recorriendo varias calles del pueblo llegaba hasta la ermita del Humilladero, allí se bendecían animales y la gente joven, montados en caballerías, burros, mulas, caballos, hacían cortas carreras.

Ahora la existencia de caballerías es menor, las pocilgas y corrales no están llenos, los gallineros semivacíos. La tradición sigue y mientras haya Corporación y Ayuntamiento habrá fiesta, habrá rifa y el CERDO DE SAN ANTÓN hará sonar su campanilla para que el labriego la escuche y acuda a atenderle.

Y es que además está el dicho de, “San Antón, frío y tristón, mete a las muchachas en un rincón; luego enseguida llega San Sebastián, mozo y galán, que las saca a pasear”. 
 

Texto y Fotografías La Medusa Paca. Copyright ©

lunes, 16 de enero de 2012 in

LAS MÁRCHARAS

 LAS MÁRCHARAS

 

Esta noche este pueblo, Villamediana de Iregua, va a oler a humo. Esta noche, cuando se quemen “Las Márcharas”, dará cerrojazo la Navidad y se apagará, a la luminosidad de la hoguera, toda iluminación navideña. Es la noche del 16 al 17 de enero, noche en la que se cenará de alforja  en torno a la hoguera de la calle de cada uno, del barrio de cada uno y en el pueblo de todos. Es la noche en la que todos olerán, oleremos a humo bajo el resplandor de las hogueras cuando el aire también huela a humo.

En cualquier rincón y en todas las calles de todos los barrios se juntarán vecinos y amigos para degustar la cena adornándola  con esos postres y licores sobrantes de las fiestas. Cada vecino, cada amigo, cada familia acarreará sus viandas y es que en esta noche es preceptivo acabar con todo lo que sobró de las fiestas pasadas. Se termina la Navidad y a la vez se honra a San Antón. “Hasta San Antón, Pascuas son”.

Saldrán las cuadrillas, se poblarán las calles y la localidad será una autentica pira de calor y tradición, de compartir y de amistad. Habrá calor y humor para, junto a “La Márchara”, compartir embutidos de cerdo y patatas asadas y hasta la música llenará de animación calles y barrios, plazas y esquinas y todo en rededor a la hoguera.

Y mientras “La Márchara” se consume, se alternará y hablará. Se contarán historietas y se traerán a colación dichos, labores y quehaceres de antaño que unos pocos conocen y puede que alguien se atreva a repasar, seguramente amplificados por los decibelios interesados del amplificador,  los principales acontecimientos ocurridos durante el pasado año en el municipio. Y hasta algún atrevido rapsoda tome la calle y la hoguera recitando, para que purificada se la lleve la pira, alguna que otra serranilla alusiva a personas o hechos.

Y caerá la noche, la helada y hasta puede que la nevada. Y amanecerá el día y puede que alguien, mientras unos viejos sonríen, entone para que todos la sigan aquello de:

“El mandil de Carolina
lleva un lagarto bordado;
cuando Carolina baila,
el lagarto mueve el rabo”.
Texto y Fotografías La Medusa Paca. Copyright ©

domingo, 15 de enero de 2012 in

Libro

Libro

 


Eres libro la vida, lo que divierte
y a la humana molicie alza y reforma,
a las ciencias ampara y las reforma
en la senda empinada que es suerte.

En tus hojas, la Historia su ciencia vierte,
coronas de laureles y espinas formas,
y entre penas y glorias nos das las normas
que ligan con su ejemplo triunfos y muertes.

Eres el alma misma hecha palabras
lo único que queda del pobre humano,
brillo de sol que viene de los lejanos,
 reja que en suelo yermo bondades labra,

Eres libro la esencia de nuestra vida,
y estudiar en tus hojas de amor, convida.
 
  Texto La Medusa Paca.Copyright ©

sábado, 14 de enero de 2012 in

¡Silencio, se juega, se pierde…y Rubén en Málaga!


 ¡Silencio, se juega, se pierde…y Rubén en Málaga!

Fue un 30 de Octubre de 2010, décima jornada y el FC Cartagena andaba renqueante pues ya se habían perdido cuatro partidos, los mismos que Toché llevaba sin marcar. Nadie se creía lo que se estaba viendo después de lo exitosa que había sido la temporada anterior.

Lo que pudo ser un triunfo balsámico en el que desapareciese la ansiedad y se consiguiese reencontrar el equilibrio perdido entre una buena defensa y un mortífero ataque, no llegó. Cuentan que fue un partido de errores, pero también de la casta, coraje y raza. Se quiso pero no se pudo y ahí estuvo la diferencia. El Cartagena se complicó la vida, se atascó y volvió estrellado de Villarreal.

Y… como el Presidente ordenó y mandó callar, el cronista escribió entre silencios.

Eso sucedió la temporada pasada. La Medusa está segura que lo de esta tarde de enero será otra cosa.




EN UN RINCÓN PARA DOCE

¡Silencio, se juega, se pierde…y Rubén en Málaga!

PEDRO ROBERTO J. P.30 octubre 2010/23:00 horas
Última actualización 30/10/2010@23:55:30 GMT+1


“Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba”.
(Rafael Alberti)

Mecachis en diez, ¡qué buen día, qué buena tarde, qué mejor noche para escribir de nuestro, vuestro suyo Cartagena! No lo voy a hacer, he pedido permiso a la paloma, reina de toda comunicación mensajera, y me ha zureado que no; por lo tanto, obediente, mutis y chitón de lo que esta tarde ha sucedido en Villarreal.

Pues resulta que venía yo caliente de semanas pasadas, bien, todo bien, pero con el culo prendido de una argolla porque si tengo que hacer esto y lo otro, y me digo, ostras, tú, y además hay que asomarse al ventanuco querido y largar lo que los bachilleres quieren, pues no, de mi Cartagena.

Agobiado, me pongo al hecho y ni por nada, no me sale nada. Del caletre, digo. Y le digo a mi jefe de la cosa por un e-mail de esos, oye, que la próxima noche sabatina escribiré de lo que hay que escribir que hoy, por mandato de otra “autoridad”, mando ésta, esperadme, que allí estaré.

Total que, como además tampoco hay ganas de darle a la crítica, o a la crónica de lo que ha pasado con la función de teatro que se ha dado en el campito del filiar villarrealense, me encuentro pillado, mente en blanco y sin recursos. ¡Iluso de mí! Había pensado para ésta, que lee usted, darle un poco a la matraca del nuevo Gómez, no me diga usted que no, que da bastante para el arreo temático, con el añadido, a brocha gorda, de algún comentario sobre sus ínfulas controladoras del inefable y meterle con chasca marista tres o cuatro collejas en la cerviz o mismamente en los “güevos” y terminar el collage sin desaprovechar el jugoso argumentario que nos ofreció la semana que hoy termina.

¡Huy, huy, huy!, qué miedo, qué viene el inquisidor, a ver si nos la mete doblada. O sea, con don Rufete, silencioso, don Francisco López ordenando se ponga en marcha el silenciador y los jugadores y técnicos callados para que la prensa duerma los silencios. Total, crisis informativa y austeridad para unos y enardecido amor, piándola a micrófono cerrado pero abierto, para otros. Tengo yo ventanuco para rato, pero no, no me sale nada, ¡qué marrón!

Pues bien, me dije, me voy al Teatro Romano a buscar a las Musas y algo caerá. Y mira por dónde, veo una función redonda, estupenda, con un toque de mala leche largando sobre los entresijos del deporte y lo guarrindongo que se pone nuestro líder, propietario y dueño y señor de la hacienda deportiva cartagenera con sus órdenes silenciosas, que hay que cumplir, y sus prepotencias cuando se trata de tapar la boca, de taparse, de taponarnos.


 Total que, tras el escénico disfrute y un posterior y agradabilísimo encuentro, ante mantel, con una notable compañía charla que te charlarás, llego ante la pantalla y se me cruzan los cables, me pongo bipolar, y me digo: ¿por qué no tiras la crónica de hoy por el ventanuco, matas dos pájaros de un tiro, y aprovechas para alegrarte la vida otro ratillo pensando para tus vecinos que el teatro, o mejor la farsa, puede volver por fin a sus más nobles y antiguas esencias lanzando por su negra y pecadora boca y poniendo sobre el tapete las cosas que nos dispara arteramente cada día?

¿No es hora ya de que los aficionados y abonados al fútbol nos dejemos de tanto inane ji, ji, ji, ja, ja, ja, de tanto darle a la mandanga de los problemas y de tanto marear la perdiz con interactuaciones chorras y performances psicotrópicas? ¿Es que no ha llegado el momento todavía de meter cañita fina a toda esta plasta de tercerones de autoservicio, cada vez más obsceno y despiadado?

No, no me venga usted con el chantaje de que en tiempos malos resulta mejor para todos el irse por las ramas porque hartos problemas tenemos. No. Peores los hemos tenido y allí hemos estado: divirtiendo al personal con impía sátira y comedia inteligente. Basta ya de melonadas complacientes. Y saludos, salud, compañeros de este Rincón para Doce.

Son las diecinueve treinta y, antes de que termine lo de hoy, cierro esta ventana y que, de lo sucedido en Villarreal, hablen otros. Yo, obediente, me callo y marcho a celebrar, estamos en ello, Halloween y el día de Difuntos, transformándolos en fiesta de disfraces.

Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies 10/30: ante diem tertium Kalendas Novembres.
 

Fotos Sportcartagena, texto La Medusa Paca.Copyright ©

jueves, 12 de enero de 2012 in

CASETA DE CAMINEROS

   CASETA DE CAMINEROS

 LR123 (Bergasa)

Los viajeros se han dado cuenta que están hechizadas de misterio, que existían en todos los municipios y a la vera de todas las carreteras y ahora, aun existiendo físicamente deterioradas, parecen existir ya únicamente en la memoria de unos pocos. Se  construyeron prescindiendo de todo tipo de decoración. Y todas se levantaron siguiendo los dos modelos de vivienda obrera diseñados por Lucio del Valle, Victor Martí, y Ángel  en los albores de 1859.

Su función no fue otra que proporcionar unas habitaciones saneadas e higiénicas a las familias de los peones camineros. Su emplazamiento nunca fue casual ya que están ubicadas junto al tajo para facilitar la asistencia continua e inmediata de los kilómetros asignados.

Son las conocidas casas de peones camineros que, aun sobreviviendo precaria y famélicamente y en su mayoría deshabitadas, podían ser reparadas, acondicionarlas y destinarlas como pequeños museos del transito viario que fue.

En mi pueblo existieron tres, dos en sectores distintos de la carretera comarcal 123, hoy LR. 123, famosa carretera, en tiempos toda ella de tierra, excepto un trecho asfaltado, nadie supo por qué, en el tramo que transcurría por las inmediaciones del pueblo, hoy deshabitado y en ruinas, de Turruncún. De las dos, una todavía queda en pie y está situada en la recta de la Dehesa no muy distante del miriámetro, hito kilométrico utilizado hoy como topónimo por los lugareños. Y la otra, en la famosa carretera de Alfaro y a la altura del puente gallego. Ésta hace mucho, demasiado tiempo, que desapareció, exactamente igual que la situada en el límite del término municipal de Igea en la carretera que discurría entre la ciudad de Arnedo a Ventas de Cervera.

LR 123 (Grávalos)

Eran casillas o casetas situadas en las carreteras comarcales con su aviso kilométrico correspondiente en las que vivían, dormían y guardaban las herramientas aquellos peones camineros, operarios que, antiguamente, se encargaban del mantenimiento de carreteras y caminos, cuando por las carreteras únicamente transitaban carretas. Eran un pozo de soledad y de trabajo durante las 24 horas del día. Era obligado el uniforme, traje de pana y gorra de plato, incluso en verano, hasta que les dieron un mono azul, junto con una carterilla para llevar el boletín de denuncias, puesto que realizaban labores de vigilancia como la mencionada cercanía de una obra o el paso de los animales por zonas no marcadas.


Y allí, en ellas, sus moradores; los peones camineros, uniformados con pantalón y chaqueta de paño pardo, con el cuello, vueltas, solapas y vivo color carmesí; botín de cuero, ante ó paños negro, chaleco de paño azul claro; sombrero redondo de fieltro blanco, con funda de hule para los días lluviosos, en el que llevarán la escarapela nacional al costado, y una chapa de metal en el frente con el número de los kilómetros a cuidar y la leyenda Peón Caminero. Botones metal amarillo con la misma leyenda. En verano se les permitía remplazar estas prendas por otras análogas de lienzo crudo, dividido en dos pedazos, cuyos extremos se ataban con correas por debajo de las rodillas. En 1888 se permitió, también en verano, llevar un sombrero de paja, distinguiéndose  los capataces de los camineros al portar los primeros un galón en ángulo con el vértice hacia arriba.

El viajero los vio, en tiempos pasados, con su azadón, el palo, el rastrillo y la espuerta limpiando las cunetas para que no se acumulara el agua y no se incendiaran las ramas y, cuando tocaba bacheo, juntándose a 6 o 7 en cuadrilla y, bajo el mando de un capataz, parchear con arena, gravilla y una mezcla de agua con betún, consiguiendo con ello una masa como si fuera cemento.

No estaban exentos absolutamente de nada y hasta tenían su propio reglamento, el reglamento del cuerpo promulgado el año 1909, compuestos de cinco capítulos y sesenta y un articulo, todo un ejemplo de la inexistencia de derechos laborales.

Hoy La Medusa, como ejemplo, les transcribe únicamente el artículo 21 incluido dentro del capitulo 3º:

"Las obligaciones del peón caminero, como guarda y encargado de los trabajos de conservación de la carretera, son: ¡Todos los días del año!

1ª. Permanecer en el camino todos los días del año, desde que salga el sol hasta que se ponga.

2ª. Recorrer todo su trozo, según expresa el art. 22, para reconocer el estado del camino, de sus obras de fábrica, paseos y arbolados y de los repuestos de materiales.

3ª. Prevenir los daños que ocasionan los transeúntes en el camino, advirtiéndoles lo dispuesto en las ordenanzas ó Reglamentos de policía, y denunciar á los contraventores.

4ª. Ejecutar los trabajos de conservación que sus Jefes ordenen, bien sea por tarea ó en otra forma, sin más descanso que las horas señaladas para almuerzo, comida y merienda.

5ª. Cuidar de las herramientas, materiales, útiles, prendas de vestuario y demás efectos del servicio que existan en su poder, procurando su buen uso y conservación.

6ª. Obedecer al Jefe de la cuadrilla, como a su Jefe inmediato, en cuanto le prevenga relativo al servicio público."


España y su tortuosa orografía no han sido bendecidas por una digna red de caminos y carreteras hasta finales del siglo XX, más bien al contrario, si exceptuamos la excelente red de cañadas y cordeles que las mestas pusieron a disposición de los pastores de la trashumancia.

Las primeras normas que en la piel de toro se conocen sobre los caminos y carreteras, nombre este último que se debe al uso de las vías por carretas y coches de tiro, data del reinado de Carlos III, a finales del siglo XVIII, concretamente en 1785, en el que se crea una instrucción de caminos por la que se reglamenta la competencia y obligación de los municipios de responsabilizarse del mantenimiento de las vías existentes dentro de su término municipal, declinando la Corona responsabilidad sobre el buen estado de las mismas.

Ya en tiempos de Carlos IV, en 1799, se crea la inspección General de Caminos, habida cuenta de que la normativa vigente no era correctamente aplicada, pero es con Isabel II cuando el Ministerio de Fomento asume la necesidad de mejorar y mantener la red de caminos.

En 1852 La Reina refrendaba la orden de creación de casillas de peones camineros con la premisa fundamental de cumplir con su función siendo lo más económicas posibles, ese es el origen de nuestras protagonistas. No obstante y como curiosidad, os ofrecemos tres fechas más que por su importancia os pueden dar pie para investigar si os interesa el tema, la primera es 1877, en la que se promulga la primera Ley de carreteras, 1900 año en el que ve la luz el primer reglamento pensado para los vehículos automóviles y 1909, año en el que se reglamenta la labor de los peones camineros que La Medusa les ha desarrollado líneas arriba en lo que respecta al artículo 21 del capitulo 3º.

El viajero todavía recuerda haber visto a Santos Pérez, peón caminero de mi pueblo calentar la brea en una sartén y verterla directamente sobre la zona a parchear. Eran otros tiempos, había pocos medios, mucho trabajo y poco jornal.



LR 113 (Baños de Río Tobía)

 Texto y Fotografías La Medusa Paca. Copyright ©

martes, 10 de enero de 2012 in

Desde detrás de mi ventana

Desde detrás de mi ventana


Veo esta mañana esta escena. Un anciano, apoyado en su cayado, se acerca lentamente, muy lentamente, a la tienda del pueblo, esas que almacenan tanto como un comercio y seguimos llamando de ultramarinos. Su caminar corto y pausado denota lo que ven mis ojos: que es muy mayor. Le cuesta avanzar. Lo veo yo, y lo ven más personas. El anciano tiene buen porte, o eso que llamamos sin saber muy bien por qué, buena pinta.

Cuando bajó el encintado de la acera para cruzar la calle, la mujer se quedó plantada, como si fuera plomo. Unos chiquillos la observaban, otra señora la seguía con los ojos, una pareja que parecía un matrimonio cargado de bolsas, también. Un señor perfectamente trajeado, un par de jubilados, o parados, estaban frente a ella. Y yo, yo también estaba viendo, detrás de mi ventana, que no era capaz de llegar a donde pretendía.

Ahora da lo mismo que cuente aquí lo que tenía pensado hacer pero no hice; es lo de menos, no sirve de nada, porque llegué tarde, o sea, que no lo hice. Fue un joven acharolado de esos que te dan los buenos días al encontrarte en la entrada de la casa al buzonear esa propaganda no necesaria y costosa. Fue él quien se acercó al anciano y en un español corriente y abreviado le dijo que, si él quería, él le podía ayudar. Le entregó su brazo y el viejecito se apoyó en él y los dos entraron juntos al local donde no suenan, al ser escasos, los murmullos de los clientes, ni hay carritos que choquen unos contra otros, ni tampoco máquinas registradoras y si un raído cuaderno en el que se apuntan los débitos y que, últimamente, está engordando cada día más.

Y ya no sé más. No sé si el joven acharolado, joven que llevaba en su cara el billete pagado de la hambruna, le ayudó a hacer la compra, si le aguantó la cesta y si la acompañó a casa a cambio de unos céntimos, o a cambio de nada.

Sé que hizo lo que no hicimos los demás. Sé que su cerebro fue mucho más rápido que el de los demás. Sé que percibió la necesidad con diligencia. Y sé que supo remediar algo que para una mujer tan mayor era un mundo: una mano estable y confiada.

Sé que esto que cuento me va a perseguir todo el día. Tanto que, para abandonar su persecución, he puesto la radio para distraerme y no pensar ni en el acharolado ni en el anciano.

Probablemente esto que La Medusa les narra sea solo una insignificante escena de calle de pueblo pequeño. O quizá no sea nada. No sé tampoco por qué este empeño en plasmarlo blanco sobre negro hoy. Quizá porque la única forma de sacarlo fuera de mí es así, contándolo. Y acabo de hacerlo en esta mañana heladora de Enero y desde detrás de mi ventana.


Texto y Fotografías La Medusa Paca. Copyright ©

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