lunes, 27 de abril de 2015 in

¡Humilde, Señora, Humillada!



 
¡Humilde, Señora, Humillada!
 





 

Ascendiste de tu ermita
con andar improvisado
en tarima de portante
entre pétalos rosados,
Humillada y exultante.
 
Gravaleñas adornadas,
coronadas de claveles
lloran lágrimas añejas
al aire de los rabeles
con sones de rapacejas.

 
Un grito con cierto alivio,
inundado de clamores,
no prensado al desaliento
pensando en los milamores
con suspiros de contento

 
Últimos rayos de tarde,
como anunciando tormenta,
iluminan el ocaso,
arrastran temor de lluvia
lanzando besos de menta.

 
Aromas de flores rojas
despabilan rezagados,
congregados en gentío,
divisando allá a lo lejos
de tu ermita el rocío.

 
Avanzas rauda a la ermita,
con novena ya rezada
y así entrar en tu oratorio
totalmente remozada,
y en hombros sufrientes soportada.

 
Piropos sufridos gargantean
cuando meten el hombro
los que traban
al gritar con galantea.
 
 ¡¡¡Viva la Virgen Humillada!!!

 
PRJP Nº 2. En la costa mediterránea, en San José, un 22 de Abril en el día de su fiesta y cuando la primavera ya está  desperezada.
 
 
 Texto y fotos, excepto la de nuestra Señora, La Medusa. Copyright ©
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

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